Le Prieuré de Boulogne es un lugar cargado de historia que merece continuar su viaje a través de los tiempos. Hoy quiero ver evolucionar el hotel y su equipo de forma ambiciosa y auténtica. Como persona muy apegada al encanto de la región, para mí era esencial crear un entorno moderno que conservara el espíritu de Solognot preservando al mismo tiempo la naturaleza que lo rodea.
No hay dos días iguales, y con gran dedicación apoyo a este hotel y a su equipo. La hostelería es ante todo una pasión. Me gusta escuchar a todo el mundo, dar rienda suelta a las ideas y fomentar la cohesión del grupo. Desde mi punto de vista, no hay nada más emocionante que ver el desarrollo diario de este hotel aún nuevo. Hay más proyectos por venir, y espero sinceramente que hagan las delicias de nuestros huéspedes.
Nuestros eventos están organizados por un equipo lleno de riqueza personal. Escuchar y compartir son valores importantes para mí y eso es lo que me motiva para hacer que cada ocasión sea única e inolvidable para nuestros clientes.
Naturaleza, calma, productos locales, inspiración…
En Prieuré de Boulogne se despiertan los 5 sentidos. Siempre me ha gustado trabajar con y en plena naturaleza. Es inspiradora para mis dulces creaciones, calmante para nuestra profesión y llena de positividad. Es importante que nuestros clientes puedan disfrutar plenamente de esta experiencia de naturaleza y terruño durante su estancia, así como en sus platos.
Nuestro hotel ofrece la oportunidad de conocer personalidades, culturas y costumbres muy diversas. Por eso, para mí, la comprensión y la disponibilidad son cualidades esenciales para responder a todas las peticiones. Implicada y paciente por naturaleza, siempre con una sonrisa acompaño a nuestros clientes desde que reservan hasta que se marchan.
Además del trabajo que hago, que me gusta especialmente por su versatilidad, aprecio el magnífico y exótico entorno de nuestro hotel. Desde la cercanía a nuestros socios locales, como en la elección de nuestros vinos, hasta la proximidad a la naturaleza con las golondrinas que vienen a emigrar aquí cada año, mi trabajo me ofrece cada día nuevos retos cada vez más motivadores.
Me encanta trabajar en el entorno tranquilo y natural del Prieuré. Llevo más de 10 años en la hostelería y para mí es un honor asegurarme de que todos y cada uno de nuestros huéspedes se vayan satisfechos de su estancia.
Este nuevo puesto de Secretaria es todo un reto, pasar de camarera de pisos a secretaria, créanme que no todo es coser y cantar 🙂 pero no abandono a los equipos de las plantas, a los que seguiré apoyando y formando.
